Está comprobado que la temperatura "real" y la que percibe nuestro cuerpo está en función de la humedad del ambiente. Cuanta más humedad más frío percibe nuestro cuerpo.
Calentar una casa húmeda es mucho más difícil y costoso. Pero si conseguimos que la humedad relativa se situe entre el 45/65% la sensación de bienestar aumenta.
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